El Festival Granapop en estrecha cooperación con la Organización Operation Smile se unió para una ocasión especial; un concierto solidario que contaba con la intención de recaudar fondos para su proyecto de devolver la sonrisa a todos los niños que nacen con labio leporino y les impide adaptarse a una vida normal. La recaudación de la entrada fue íntegramente para esta causa.
Y para ello nos ofrecieron una velada estupenda con las actuaciones de Marlango, Mäbu y Matellan.
La cita comenzó cerca de las nueve. Davile Matellán fue el encargado de abrir el telón de actuaciones, en formato trio, los primeros acordes comenzaron a sonar y se fueron sucediendo rápidamente todas las canciones. Entre tema y tema también hubo tiempo para los agradecimientos a todos aquellos que estaban presenciando el espectáculo, ya que gracias a esto, la ayuda llegará a muchas más personas. Las cadencias melancólicas naturales de Matellán nos emocionaron sobre todo cuando decidieron bajarse abajo a cantar a pie de escenario con todo el público asistente, y tras una maraña de cámaras y fotos disfrutamos de una anécdota magnifica. Eso sí, antes de despedirse nos regalaron un maravilloso dueto con la siguiente invitada de la noche: Mäbu.
Ella, acompañada de su guitarrista nos hicieron vibrar escuchando “A solas” y “Buenas noches”. El público estaba dándolo todo, y porque no voy a decirlo, nosotras también. Y pronto llegó la última canción con sorpresa incluida: la colaboración de Leonor Watling.
Entre risas y emoción Mabu con su habitual cara risueña nos invitó a todos a retratar aquel momento Mäbu-Marlango. Y justo en ese instante se levantaron 12.345 móviles para no perderse ese momento. Bueno quizá no soy objetiva con el número… nuestra Miriam “apenas” hizo 50 fotos…
Entre risas y emoción Mabu con su habitual cara risueña nos invitó a todos a retratar aquel momento Mäbu-Marlango. Y justo en ese instante se levantaron 12.345 móviles para no perderse ese momento. Bueno quizá no soy objetiva con el número… nuestra Miriam “apenas” hizo 50 fotos…
Y tras este precioso dueto, llegó el plato fuerte de la noche: Marlango.
Qué puedo decir que no se haya dicho ya de Marlango… sus directos me alucinan, ya no solo por la belleza de Leonor Watling, por su voz, o por el maravilloso teclado de Alejandro Pelayo. Es un conjunto de elegancia y saber estar que se han ganado a pulso con los años. Su repertorio fue acertado, abriendo con “Puede” y haciendo un repaso por “Pequeño Vals”, “Todo es tan importante” o “Si yo fuera otra” que hicieron que el tiempo se comprimiera, y sin darnos cuenta ya estaban despidiéndose de la velada. Nuevamente con una colaboración a tres bandas Matellan-Mäbu-Marlango interpretando maravillosamente –como si no va a ser- “Donde cruza la frontera”.
Noches como estas deberían repetirse más a menudo. ¡Nos vemos en la próxima!
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